La totalidad de los hogares de Mara adopta estrategias de sobrevivencia para acceder a alimentos
La Comisión para los Derechos Humanos del Estado Zulia (Codhez) publicó los resultados del tercer sondeo sobre consumo de alimentos y seguridad alimentaria en el Zulia durante la cuarentena por la emergencia sanitaria debido a la pandemia. Este sondeo fue realizado durante los días 14 al 21 de junio y refleja los resultados obtenidos en los municipios Cabimas, Lagunillas, Mara, Maracaibo y San Francisco.
En este reporte la organización no gubernamental hace referencia al consumo diario y semanal de alimentos, estrategias de sobrevivencia, y hábitos de compra de alimentos.
Pasta, arroz y arepas
En la sección del sondeo relativa a la marca de diversidad de dieta de la familia, que explora el contexto de las comidas diarias, y en específico, lo que se consumió en las 24 horas anteriores a dar respuesta al formulario, abunda el consumo de cereales en los cinco municipios de la región.
En los hogares de Cabimas, 96% indicó como respuesta predominante el consumo de cereales, es decir, de arepa, pasta, pan, arroz, harinas de maíz o trigo, entre otros (96%). En el sondeo realizado el pasado mes de abril esta tasa fue de 89%. Destaca, en segundo lugar, la tasa de consumo de granos (81%), cercana a la de Lagunillas (78%), y más alta en comparación con las de Maracaibo (52%), San Francisco (65%) y Mara (67%).
En Lagunillas, la respuesta predominante en el consumo de cereales se repite en 94% de hogares. En el pasado sondeo del mes de abril se reportó esta misma tasa.
En Mara, la respuesta predominante también fue el consumo de cereales (83%). En Maracaibo el consumo de este tipo de alimentos se mantiene en 94% de los hogares, destacando, además, el alto consumo de plátano y tubérculos (63%). Asimismo, en San Francisco preponderó la respuesta de alimentación con base en cereales en 92% de los hogares.
Sobre el consumo semanal de alimentos, los cinco municipios reportan, con algunas diferencias, predominio de cereales, plátano, tubérculos y granos en la dieta.
Estrategias de sobrevivencia persisten
Esta sección del sondeo de Codhez se refiere a la indagación sobre las adaptaciones que las familias experimentan para acceder a los alimentos cuando no tienen suficientes recursos o dinero para adquirirlos, con el objetivo de determinar el índice de estrategias de afrontamiento.
Al explorar sobre las estrategias que adoptan las familias de Cabimas para acceder a alimentos, Codhez apunta que 62% sobrepasa el umbral de adaptaciones negativas extremas, mientras que 23% presenta inseguridad alimentaria, 11% está en riesgo de padecerla, y apenas 4% se encontraría en una situación normal.
Comer solo una vez o no comer nada durante todo el día es una situación que declaró presentarse al menos una vez en la semana en 46% de hogares: en 31% de una a tres veces por semana, y en 12% de cuatro a seis días. Pedir alimentos prestados es un hábito que se reportó en 62% de hogares, mientras que 46% afirmó comer dependiendo de la ayuda de vecinos, amigos y/o familiares en el país.
En el caso de los hogares en Lagunillas 67% sobrepasa el umbral de adaptaciones negativas extremas, mientras que 22% presenta inseguridad alimentaria, y 11% estaría en una situación normal. Se reportó que 44% de los hogares depende de la ayuda de familiares en el exterior para adquirir alimentos y, en específico, 44% de hogares a diario se ve obligado a gastar sus ahorros para comprar alimentos.
Sobre los hogares en Maracaibo, se registra que 60% sobrepasa el umbral de adaptaciones negativas extremas, mientras que 14% presenta inseguridad alimentaria, 13% está en riesgo de sufrirla, y 13% estaría en una situación normal. En San Francisco, 80% de los hogares supera el umbral de adaptaciones negativas extremas, mientras que 7,7% presenta inseguridad alimentaria, 7,7% está en riesgo de sufrirla, y 4,6% estaría en una situación normal.
En Mara asumen estrategias de afrontamiento negativas
Sobre las estrategias que adoptan las familias de Mara para acceder a alimentos, Codhez indica que 50% sobrepasa el umbral de adaptaciones negativas extremas, mientras que 33% presenta inseguridad alimentaria, y 17% está en riesgo de sufrirla. Esto significa, en términos generales, que 100% de hogares experimenta serias dificultades para acceder a los alimentos, debiendo adoptar estrategias de sobrevivencia para mantener un consumo básico.
Comer solo una vez o no comer nada durante todo el día es una situación que declaró presentarse al menos una vez en la semana en 33% de hogares: en 17% de una a dos veces por semana. Pedir alimentos prestados es un hábito que se reportó en 67% de hogares, mientras que 50% afirmó comer dependiendo de la ayuda de vecinos, amigos y/o familiares en el país. Entre tanto, 8% señaló que su alimentación depende de la ayuda de familiares en el exterior.
Otras estrategias relacionadas a medios de vida que fueron reportadas son el gasto de ahorros en alimentos (100%), la venta o intercambio de bienes personales por o para comprar comida (67%), y el trabajo a cambio de alimentos (67%). En específico, 75% de hogares a diario se ve obligado a gastar sus ahorros para comprar alimentos.
Caminata por los alimentos
Sobre los hábitos de compra de alimentos, la mayoría de hogares de los municipios reportados lo hace entre una y tres veces por semana: en Cabimas es un hábito de 81% de los hogares; en Lagunillas 67%; en Mara también 67%; en Maracaibo 72%; y en San Francisco 57%.
Se destaca además que debido a la falta de transporte público y escasez de combustible, en San Francisco, 85% de las familias se traslada a pie para llegar hasta los establecimientos de venta de alimentos, en comparación con apenas 6% de ellas que reportó usar su vehículo. Entre tanto, en Mara 75% de las familias se traslada a pie para comprar alimentos. En Maracaibo esto lo hace 67% de las familias, en contraste con 26% de ellas que reportó usar su vehículo.
Economía familiar cada vez más precaria
Como recomendaciones finales, Codhez resalta la fragilidad —en un contexto cada vez más precario— de la economía familiar para afrontar los gastos en alimentos que, además, concurren con la satisfacción de otras necesidades urgentes en el Zulia como el acceso al agua potable o medicamentos.
A más de cien días después de haberse decretado el estado de alarma en todo el país, Codhez reitera la urgencia de un plan estratégico que dé respuesta inmediata y eficiente a la inseguridad alimentaria, con particular atención a las especificidades de las poblaciones más vulnerables.
En este sentido, la organización de derechos humanos exhorta al Estado venezolano aceptar la cooperación internacional en tanto recurso disponible para garantizar el derecho a la alimentación adecuada, pues tiene la obligación, tanto constitucional como convencional, de hacer todo lo que esté a su alcance en aras de evitar el sufrimiento de la población.