«Las obras son telas que no discriminan»

Un diagnóstico psiquiátrico no limita a una persona. De eso está convencida Fabiola Rojas, psicóloga, coordinadora de Relaciones Públicas de la Fundación Rehabilitarte, y nuestra defensora destacada del mes.

Varios días a la semana, en sus manos suelen quedan restos de pintura; manchas multicolor en dedos y uñas que dibujan la idea de que estuvo inmersa en alguna jornada creativa con los pacientes del Hospital Psiquiátrico de Maracaibo, conjugando arte y rehabilitación en una sesión de Arteterapia.

La entrega que a diario hace, no sería posible sin la materialización de Rehabilitarte, cuya conformación surgió de una idea gestada entre amigos y voluntarios, enlazados por el anhelo de dar una mirada distinta a la salud mental, a su principal institución en Maracaibo y a sus pacientes hospitalizados.

Desde 2016, unieron esfuerzos para consolidar su lucha por borrar la estigmatización que sufren las personas diagnosticadas con trastornos mentales y brindarles la posibilidad de ser incluidos.

Arteterapia e inserción social

Pintura, música, teatro, poesía y estimulación corporal, a través de la danza, son expresiones que se emplean en las sesiones de Arteterapia que lleva a cabo Rehabilitarte, de lunes a viernes, en horarios de 8:00 am a 1:00 pm, en el «Psiquiátrico».

La estética en los productos finales, en muchas de estas actividades, es irrelevante. No se retocan, ni se interfiere en su proceso creativo.

«Esos son los momentos en que realmente son ellos. No tienen que ser lo que otros les dicen que sea o lo que se supone que los demás creen que deben ser, simplemente son lo que les sale en ese momento. Pueden decir lo que no han podido decir, pueden reírse si quieren, gritar tan duro como ellos mismos se lo permitan, pueden ser auténticos, sin barreras. Al no tener cánones de estéticas pueden explorarse», explica Fabiola.

Aunque esta manera de confluir el ser, de liberar y de deshacer estigmas, abarca buena porción del esquema de trabajo en la fundación; Rehabilitarte incluye también actividades de inserción social.

Espacios en los que se les actualiza a la población atendida sobre el acontecer del mundo, se refuerzan las rutinas de higiene personal, a veces desvanecidas ante la pesada rutina de despertar y anochecer en la misma institución, y se estimula la búsqueda de potencialidades a desarrollar, aspectos que resultan fundamentales para reinsertarse en la sociedad. 

Las obras finalizadas y su análisis

«Cada pieza artística, cada creación, habla del creador» dice la psicóloga y lo ejemplifica con una dinámica en particular.

«Hicimos una actividad en la que debían formar una figura en tres dimensiones; podía ser una escultura, una casa, un carro o alguna otra forma específica, pero no se les daba pega: solo lana y pintura, por si lo querían pintar. Ellos veían cómo lo unían… y no todos lo lograban (…) Eso habla de cómo se está sosteniendo esa persona. Esa estructura, ¿está bien sostenida? ¿Está bien unificada? Se trata de todo lo que está detrás de esa creación», reflexiona Fabiola, añadiendo pasión a su calmado hablar.

De ahí que, a su parecer, todo lo relacionado al arte y al trabajo con el paciente psiquiátrico «es delicado, es como estar en un piso tambaleante».

En ocasiones, luego de dar por terminadas sus obras, algunas personas se alteran o se deprimen, sea por la alta carga emocional que le imprimen a cada actividad o por aquello que logran drenar tras la práctica, lo que hace que ameriten una evaluación inmediata.

Construir sociedad, motor fundamental para el cambio

En medio de una situación país tan compleja como la actual, estos internos también sufren por la escasez de medicinas —vitales para sus tratamientos diarios—, la falta de insumos, la dificultad para conseguir alimentos y el colapso de los servicios públicos. Es por eso que Fabiola Rojas sentencia que «apoyar a los pacientes en el Hospital es la forma en la que siento que construyo sociedad, y eso, precisamente, en medio de tantos problemas, es lo que se necesita este país».

Si se le pregunta por su mayor satisfacción, piensa un poco y la traduce en palabras: «Cuando veo terminadas las obras de los pacientes. Porque las aprecio y siento que ahí pintó todo el mundo. Estuvimos todos y no importó quién era paciente ni quién era psicólogo: es una tela que no discrimina. Una obra que no diferencia quién fue su autor, si tenía título o no, si quien la hizo era rojo, azul o amarillo. Por un instante, todos fuimos artistas y logramos algo hermoso, que está ahí. Esa es una micro representación de lo que me gustaría que sucediera en el país: juntos construir sociedad».

«La rehabilitación que es nuestro fin principal, nuestra meta, pero no se hace sola», concluye la Coordinadora de Relaciones Públicas de Rehabilitarte, y añade, luego de una merecida pausa: ‘la hacemos todos, en sociedad’.

– Prensa Codhez 

 

«Las obras son telas que no discriminan»

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