Lusbi Portillo: “No soy barí, ni yukpa pero me duelen las injusticias”

 

Lusbi Portillo, es fundador de la Sociedad Homo Et Natura, organización no gubernamental dedicada a la defensa ecologista y los derechos humanos de los pueblos indígenas.

 

 

 

 Su carrera como activista comenzó en mayo de 1985, cuando visitó la Sierra de Perijá y vio cómo vivían  los pueblos yukpa en medio de las haciendas ganaderas: encerrados y cercados con alambres de púas. “»Estaban como animales»”, recuerda el profesor jubilado de la Universidad del Zulia.


Para entonces, algunas comunidades yukpa habían regresado a sus tierras al pie de la Sierra de Perijá y abandonaron las montañas donde los relegaron luego de la firma del acuerdo de Guananí de 1961.

El conflicto territorial de los pueblos indígenas por sus tierras ancestrales se profundiza a principios del siglo XX, cuando comenzaron a llegar las primeras compañías petroleras  al estado Zulia y ocuparon los territorios de las comunidades yukpa y barí que estaban asentadas en la zona para explorar yacimientos petroleros.

Portillo relata que por esa razón, el pueblo indígena de los barí fue diezmado por los criollos. “Ellos fueron muy frontales en la defensa de sus territorios y se enfrentaron con sus arcos y flechas, pero los masacraron. 

La llegada de los misioneros capuchinos fue vital para pacificar la situación de conflicto y promover la firma del acuerdo de Guananí entre el gobierno, los ganaderos y los pueblos indígenas. El acuerdo establecía el cese de la matanza de los indígenas, el establecimiento de relaciones pacíficas y significó la primera demarcación de tierras. 

Acompañamiento hacia la justicia

Desde el principio, como profesor de la Universidad del Zulia, Lusbi Portillo apoyó a las comunidades indígenas en la lucha por su territorio y fue su enlace con el Estado para elevar las peticiones de recuperación de sus tierras.

“En ese entonces, empezó a gestionar de qué manera el gobierno podía resarcir el daño producido a los pueblos indígenas.  Fue un genocidio, ecocidio y etnocidio. Sus bosques se transformaron en pasto, fueron cercados en alambres, fueron masacrados”.

Su labor de acompañamiento lo llevó a presentar múltiples denuncias y propuestas de demarcación de territorio ante el Senado, el Consejo legislativo del estado Zulia, el Instituto Nacional de Tierras, Ministerio de Ambiente y todas las instancias nacionales posibles.  

Al entrar en vigencia la constitución de 1999, que establece el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas sobre las tierras que ancestral y tradicionalmente ocupan, Portillo encabeza junto con los líderes indígenas del pueblo yukpa, entre los que destaca la figura del cacique Sabino Romero, la búsqueda de justicia para el pueblo yukpa.

En 2006 decide fundar Homo et Natura, dedicándose entonces por completo a la defensa y preservación del territorio y el ambiente de los pueblos indígenas.

Al día de hoy, los yukpa han recuperado casi el 90% del territorio que pedían, solo quedan por asimilar pequeños lotes de tierra ubicados entre la cuenca del río Yaza y el río Tukuko. Esta victoria fue labrada a través de la resistencia y sacrificio, puesto que le costó la vida a Sabino Romero y una decena de sus familiares.

“Luego de su asesinato, el gobierno entregó las tierras que solicitaba Sabino y otras más. El pueblo yukpa recibió mapas de su territorio y títulos de sus tierras”.

El gobierno venezolano pagó por 14 haciendas para indemnizar al pueblo yukpa, mientras que el pueblo indígena barí no siguió reclamando la devolución de su territorio. De acuerdo a Portillo, existen diez comunidades pertenecientes a esta etnia indígena en la carretera de Machiques – Colón que no poseen propias.   

La ocupación del territorio de la Sierra de Perijá, pulmón vegetal del estado Zulia, ha tenido distintos rostros con el pasar del tiempo. Primero fueron las compañías petroleras, luego los hacendados y ahora la explotación del carbón. Portillo reclama que la explotación de carbón en la zona autorizada por el gobierno atenta contra la conservación ambiental y provocará el desplazamiento de las comunidades indígenas.

Gestión en salud

Este año, las comunidades indígenas de la Sierra de Perijá han padecido las consecuencias de la crisis sanitaria y de salud del país. Como activista de derechos humanos, Lusbi Portillo denuncia la existencia de más de cien casos de leishmaniasis en los sectores de Torumo, Tukuko y Chaktapa.

Además de ello, otra enfermedad que afecta a pueblo indígena de los yukpa es el paludismo. “Hay más de mil enfermos de paludismo, desde Río Guasare hasta Río de Oro. No pueden negarlo”, resalta el defensor.

Hace dos semanas, un grupo de yukpas tomó la carretera Machiques Colón y llamaron la atención de las autoridades gubernamentales para la distribución de medicinas, mosquiteros y jornadas de vacunación. 

Con la gestión de la organización Homo Et Natura y Salud Indígena han conseguido la realización de jornadas de vacunación y tratamiento para los enfermos, que lleva a cabo la Gobernación del estado Zulia. Su labor de acompañamiento no solo ha beneficiado a los yukpa de la Sierra de Perijá, sino también a la comunidad wayuu de Socuy.

Como defensor de los pueblos indígenas, su labor ahora se enfoca en prevenir la explotación de carbón en la Sierra de Perijá, denunciar los daños del Parque Eólico de la Guajira y que se terminen de devolver los territorios que por derecho pertenecen a los indígenas.

“»Con investigación y acción, formo parte de esta lucha. No soy barí, ni yukpa, pero me duelen las injusticias”», destaca nuestro defensor del mes de junio.

 

Prensa Codhez 

 

Lusbi Portillo: “No soy barí, ni yukpa pero me duelen las injusticias”

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