‘No tenemos luz, no tenemos agua, ni gas. No tenemos nada’

En el contexto de la Emergencia Humanitaria Compleja de Venezuela, las condiciones humanitarias se han visto agravadas en medio de la cuarentena por el COVID19.

Habitantes de los Puertos de Altagracia, en la Costa Oriental del Lago en el Estado Zulia, son severamente afectados por la deficiente prestación de servicios públicos, el alto costo de los productos de primera necesidad, la dolarización de facto del mercado -principalmente alimentos y medicamentos- y la ausencia de transporte público.

En medio de la cuarentena, los cortes eléctricos en esta zona del Zulia superan hasta las 12 horas al día. Tan solo durante las tres últimas semanas de mayo, desde el lunes 11 hasta el domingo 31, los sectores con mayor población -agrupados en el circuito Altagracia 2- estuvieron 119 horas sin servicio eléctrico.

El agravamiento de las condiciones de vida se suma a las restricciones impuestas por las autoridades regionales y municipales para prevenir la propagación de la pandemia por Covid-19. Los supermercados y farmacias solo pueden trabajar en horario restringido, sin embargo, por las fallas eléctricas y de conexión a internet no pueden prestar sus servicios y, en definitiva, los usuarios no tienen garantías para abastecerse con alimentos y provisiones para  permanecer en casa.

Sectores de Los Puertos de Altagracia, tanto rurales como urbanos, permanecen hasta más de 40 días sin recibir agua por tubería. Ante este problema, habitantes reportan que han perforado pozos en los patios de sus hogares. El agua, en la mayoría de los casos, es salobre y, por la cercanía de pozos sépticos, contiene residuos fecales.

Aunque el agua no está apta para el consumo, habitantes manifiestan que la hierven para ingerirla cuando no tienen agua potable almacenada. Otros expresan que solo la utilizan para los quehaceres del hogar.

Es común ver a personas de todas las edades, principalmente amas de casa y niños, llevar agua en botellones hasta sus hogares. En medio de la escasez de combustible que afectó a la región durante gran parte de la cuarentena, los camiones cisternas dejaron de prestar el servicio; sin embargo, los pocos que transportaron agua, la vendieron en divisas o en bolívares en efectivo.

En este municipio del estado Zulia, una pipa de agua puede costar entre 150 y 200 mil bolívares. Considerando que el salario mínimo vigente en Venezuela es de Bs. 400,000,00 muchas familias no pueden permitirse comprar agua y no tienen otra opción más que ir a buscar agua caminando.

La ausencia de transporte público, desde antes de la cuarentena por el Covid-19, obliga a cientos de habitantes a caminar por las principales avenidas desde sus hogares hasta los supermercados, farmacias, centros de salud y sitios de trabajo.

En el municipio Miranda, estado Zulia, solo hay dos entidades bancarias privadas, no hay entidades de la banca pública. Las personas de la tercera edad, antes de la cuarentena, se trasladaban hasta Maracaibo para cobrar la pensión otorgada por el Instituto Venezolano de Seguro Social. Una vez restringida la movilidad en el estado y tras las limitaciones por la falta de transporte, manifiestan que no han podido cobrar la pensión ni usar el dinero en puntos de venta porque no cuentan con tarjetas de débito.

 

Testimonios

 

Ana Silva, 54 años.
Residente del Sector El Cañito, Los Puertos de Altagracia.

El miércoles 3 de junio, Ana Silva caminó desde su casa, en el sector El Cañito, hasta el final de la avenida 5 de Los Puertos de Altagracia.  Hizo un recorrido de 18, 4 kilómetros, caminando ida y vuelta, para comprar y llevar alimentos a su hogar.

‘El asunto es que no tenemos transporte, y el que hay, quiere cobrar 200 0 300 mil bolívares. 

No tenemos agua, luz, ni gas; no tenemos nada. En el sector El Cañito tenemos más de 20 años sin recibir agua por tubería. La pipa de agua cuesta 120 mil bolívares en efectivo y 150 mil bolívares por transferencia, y si tienes pescado, pagas con pescado.

Cocinamos en leña. Nosotros aquí en El Cañito, hemos acabado con el manglar. No hay agua, no hay luz y mucho menos gas, y ahora estamos acabando con un ecosistema que no se puede tocar, pero si no salimos al manglar a buscar leña, no hacemos comida’. 

Mariana Contreras, 37 años.
Residente del Sector María de San José, Los Puertos de Altagracia.

‘Tenemos aproximadamente como 2 o 3 años sin agua por tubería. Compramos agua cada 15 días y el camión cuesta entre 700 y 800 mil bolívares en efectivo.

Los cortes de electricidad  son muy frecuentes. Nosotros, a veces, pasamos hasta 24 horas sin luz, y cuando tenemos, los bajones nos han dañado los equipos, los aires acondicionados, las neveras. Tampoco tenemos red de gas. Todo se cocina en leña. No hay distribución de bombonas de gas’. 

Douglas Romero, 69 años
Residente del Sector La Salina del Sur, Los Puertos de Altagracia. 

‘Pasamos hasta más de 36 días sin agua por tubería. Muchos vecinos han tratado de hacer pozos perforados en sus casas, pero el agua es salada. Estamos sufriendo por el agua y pasamos hasta 6 u 8 horas sin electricidad todos los días’.

 

Reporte y fotografías por: Luis Gerardo Petit. 

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