‘Son las pequeñas acciones de la ciudadanía las que mantienen a flote a Venezuela’

 

‘Esta pandemia nos ha hecho buscar historias de esperanza. Bien sea en Venezuela o en Líbano, nos damos cuenta de que en el mundo suceden situaciones particulares como consecuencia de una guerra o conflicto, pero cuando esa historia la enmarcamos en el mensaje de la esperanza de los derechos humanos y del trabajo de los activistas, es un mensaje de creer que todo va a pasar’.

Este mensaje lo destaca María José Túa, directora y escritora del corto documental ‘Hechos de Esperanza’. Esta fue la primera producción audiovisual realizada por la Comisión para los Derechos Humanos del Estado Zulia (Codhez) en alianza con Landscape of Hope y que fue estrenada el pasado 28 de agosto, en el evento virtual internacional de Requiem For Justice desde Beirut, Líbano.

La producción de este material audiovisual fue un verdadero reto en medio del confinamiento por la pandemia del Covid19, pero para María José Túa, periodista audiovisual egresada de la Universidad del Zulia, fue la oportunidad de no solo denunciar la situación humanitaria en Venezuela, sino de llevar un mensaje de esperanza sobre el país que podemos rescatar.

‘Son las pequeñas acciones las que siguen sosteniendo a Venezuela. Esas acciones que nacen de la buena voluntad y de la intención que tiene un vecino que te da agua cuando no pudiste ponerla en el edificio, o aquella persona que le da la cola a otra cuando la ve caminando a pleno sol para acercarla al punto donde va’, cuenta María José.

Por su visión para lograr retratar la esperanza que nace de la sociedad civil en medio de la grave situación humanitaria de Venezuela, reconocemos a María José Túa como la defensora destacada del mes del Codhez y agradecemos su valioso aporte para hacer visible el trabajo de las organizaciones de derechos humanos.

Cuéntanos como empezó la producción de Hechos de Esperanza…

No estaba en mis planes hacer una producción audiovisual, porque mi trabajo está centrado en la actualidad de las noticias y redes sociales. Cuando Daniel me comentó del documental, lo pensé durante dos segundos porque sabía la envergadura de producir un documental y la dimensión del trabajo que venía.

Al tercer segundo le dije que sí, lo vi como una oportunidad de hacer una producción audiovisual además de una manera de mostrar el trabajo de la sociedad civil. Estoy sensibilizada con el trabajo de la sociedad civil. He visto a la gente de EL Zulia Recicla haciendo videos para enseñar a la gente a hacer ecobloques y reciclaje desde sus casas, otro ejemplo es el trabajo de Transparencia Venezuela haciendo talleres en línea para continuar su formación en la lucha anticorrupción, y así, muchos ejemplos más. Hacer esta producción era como una correspondencia al trabajo inagotable que vienen haciendo las organizaciones de la sociedad civil.

¿Qué ideas tenías en mente para el documental en principio?

Al principio quisimos ser muy ambiciosos, pero eran ideas que no iban a ser factibles en las condiciones de confinamiento. Trabajamos con imágenes de archivos y gracias al aporte generoso de fotoperiodistas como Andry Jones, María Alejandra Sánchez, Gustavo Bauer, Luis Morillo, Andrés Torres y Carlos Caridad Montero, periodista de Caracas que nos envió un archivo muy importante de videos y fotografías de las protestas de 2017. Fue muy valioso el aporte de Jesús Urbina, que nos envió imágenes de la Guajira y de esos primeros acercamientos que hizo Codhez con el Comité de Derechos Humanos de la Guajira.

Por las mismas condiciones de confinamiento, uno de los activistas que no pudo estar fue José David González, y es uno de los más importantes en el Zulia por ser el defensor de los pueblos indígenas en la región y el coordinador general del Comité de Derechos Humanos de la Guajira. Gracias a esas imágenes de archivo pudimos darle visibilidad para que también estuviera presente.

Lo que no pudimos representar en video e imágenes lo hicimos con animaciones, gracias al trabajo de Andrea Phillips, diseñadora gráfica y Carlos Rodríguez Urbina, animador y editor del documental. Para mi sorpresa, ellos en muy poco tiempo lograron captar el espíritu de lo que queríamos reflejar y el mensaje de denuncia de las organizaciones de la sociedad civil.

También me gustaría agradecer al equipo de producción de Codhez. Estoy muy agradecida con el apoyo de Daniel, por abocarse a hacer un documental y poder responder a tiempo a la convocatoria de Lanscapes of Hope en Beirut, y muy agradecida con los demás integrantes que ayudaron en la producción y guión del corto documental: Carlos Pedraja, Estefanía Mendoza, Juan Berríos y Dayanna Palmar.

Como periodista estabas familiarizada con el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil en Venezuela, ¿de alguna manera tu visión del trabajo de las organizaciones cambió durante la realización de la producción?

Creo que obtuve una nueva visión. Tengo una visión pre-pandemia, y otra visión post-pandemia. El movimiento de los derechos humanos que recuerdo, fue el de los días de la Feria de Derechos Humanos en noviembre, esa alegría, ese bullicio, la unión y estar todos presentes en un mismo lugar. Venir desde Caracas, de la Guajira, desde Mérida, Lara, Argentina, México, de todas partes para juntarse y hablar de derechos humanos.
Y ahora la imagen que tengo de las organizaciones, es de recogimiento total, pero eso no significa que su actividad haya disminuido, todo lo contrario. Se mantienen en resiliencia.

Grisel Mercadante de El Zulia Recicla, por ejemplo, realiza desde su casa y en solitario el trabajo que antes hacía en las comunidades. Se han estado buscando nuevas vías, nuevos carruseles de oportunidades para continuar.

También me di cuenta que estaban haciendo muchísimas más cosas que yo desconocía. Estaba al tanto de las actividades de Transparencia Venezuela, pero no tenía idea que Convite, en Mérida y Barquisimeto, estaba llevando medicinas a los adultos mayores, incluso haciendo la entrega en bicicletas y completamente gratuita.

Cuando veo el video que envía Luis Francisco Cabezas, quedo absolutamente admirada porque no tengo otra emoción que sentir. Se ha reafirmado más mi admiración por el movimiento de derechos humanos, y soy más consciente de la deuda moral que tiene la ciudadanía con las organizaciones de derechos humanos, porque por cada garantía que nos han quitado, por cada derecho que nos han vulnerado, hay una organización que nos ha dotado de herramientas y nos ha empoderado para poder afrontar esta situación.

Este documental se hizo en el marco del evento de “Requiem For Justice”, una iniciativa que agrupaba el trabajo de activistas y talentos de artistas alrededor del mundo por la esperanza ¿Qué mensaje se buscaba transmitir con este video-documental?

Creo que fue un trabajo inconsciente, y eso me lo manifestaba Yonaide Sánchez de Transparencia Venezuela. Cuando ella vio la versión en inglés me dijo que era increíble que hayamos logrado hacer una cinta de denuncia, que a la vez diera esperanza.

Ahí me hice consciente del mensaje, porque la idea era exponer, mostrar esos datos fuertes que evidencia cada una de las personas que suman una violación sistemática a los derechos humanos. Exponer todo ese panorama y que en medio de todo existiera un mensaje de esperanza, porque la diferencia la hacen las personas, la sociedad civil y las personas que ejercen su ciudadanía y su vocación ciudadana.

Estefanía Mendoza también lo dijo en su entrevista, son esos granitos de ayuda los que mantienen a flote a Venezuela, y también recuerdo hace mucho tiempo atrás una frase que decía la periodista y escritora Milagros Socorro. Ella narraba en una crónica el comienzo del tema de los apagones en Venezuela, ella contaba la historia de cómo una instructora de pintura para niños se había quedado sin luz, sin electricidad, pero se había puesto al frente del lugar donde impartía clases, a dibujar con los niños en la acera con lo poco que quedaba de la luz del día.

Ella decía que lo único que mantiene a flote al país, es eso, la mística, los granitos de ayuda de la buena voluntad que nacen de las personas. En el caso de la sociedad civil, son estas acciones maximizadas de la intención que tiene un vecino que te da agua cuando no pudiste ponerla en el edificio, o aquella persona que le da la cola a otra persona cuando la ve caminando a pleno sol para acercarla al punto donde va.
Son estas acciones, que se manifiestan en pequeños y mayores grados, son estas pequeñas acciones las que mantienen a flote en Venezuela. Y esta es la idea que quiere expresar este documental.

¿Nos quisieras compartir algunas de las impresiones y comentarios por Hechos de Esperanza?

A mí los que me ha estremecido más, ha sido la recepción de los activistas, porque a final de cuentas la pieza busca retratarlos y homenajearlos a ellos. Es sumamente gratificante mostrar su trabajo y esa es la razón de esto, porque el trabajo de la sociedad civil siempre ocupa las páginas intermedias de las noticias, mientras que la política ocupa siempre las primeras páginas de todo.

En el plano internacional, a Venezuela siempre buscan asociarla con mujeres bonitas o con Chávez y que una audiencia internacional pueda ver estos ejemplos de ciudadanía y conocer el trabajo de la sociedad civil organizada, es lo más importante de todo.

Otros comentarios que más me han llamado la atención, son las reacciones de los migrantes venezolanos, que se sorprenden y me dicen ‘es increíble que más de 81 mil de nosotros se haya regresado’. Y eso que es una data hasta junio, ahora pueden ser más.

Lo más satisfactorio es que esto es una pieza que logra retratar la denuncia con lo esperanza, y en general, la gente se siente alentada con el documental y siente que no todo está perdido, y siente ganas de ayudar a las personas que están dejando el pellejo por Venezuela. Eso es para mí lo más importante.

 

– Prensa Codhez 

 

 

 

 

 

 

 

‘Son las pequeñas acciones de la ciudadanía las que mantienen a flote a Venezuela’