Defensores del futuro, un descubrimiento lleno de conciencia y acción

En esta oportunidad, para la Comisión de Derechos Humanos del estado Zulia (Codhez) no hay uno sino veintiséis jóvenes defensores del mes, que se sumaron a continuar abriendo espacios en la sociedad para concienciar sobre derechos humanos en medio de una realidad país que tanto lo necesita.

Un verdadero acto de valentía y compromiso forjaron estos defensores, quienes durante dos semanas se abocaron a expandir sus conocimientos sobre derechos humanos, ávidos de herramientas para llevar a la acción lo aprendido en cada una de las actividades que impulsaron las organizaciones de la Red de Derechos Humanos del estado Zulia (Redhez), en su campamento vacacional titulado “Defensores del Futuro”.

Esta admirable dedicación es la que celebramos este mes. Aplaudimos su brío, entrega y compromiso, pero más la permanencia de sus acciones, que no se limitaron a jornadas diarias, puesto que en ellos brotó también el interés por esfuerzos propios para ampliar la defensa y promoción de los derechos humanos.

Ávidos de información y herramientas, los jóvenes exploraron las formas del machismo y la violencia de género de la mano de Proyecto Mujeres y de Mulier; profundizaron sobre su educación sexual, dejando a un lado tabúes que obstaculizan la autoexploración junto a Azul Positivo, y, por supuesto, el mensaje de inclusión e igualdad estuvo presente gracias a Ciudiver.

Aula Abierta concienció sobre la libertad académica y la introducción al mundo universitario. Por su parte, La Papelera Tiene Hambre y el Zulia Recicla fueron organizaciones clave para despertar la conciencia verde, por espacios más limpios y para la protección del medio ambiente.

Con The ArTEA Project, los jóvenes defensores se sensibilizaron ante la integración en la sociedad de las personas con trastornos del espectro autista, y con Rehabilitarte concibieron una nueva óptica sobre la salud mental y las condiciones psiquiátricas.

Igualmente, cultivaron la necesidad del cuidado de los espacios públicos y conocieron la importancia de una movilidad sostenible junto a Ciclovías Maracaibo. También aprendieron de la cosmovisión de la etnia wayuu gracias a las actividades del Comité de Derechos Humanos de La Guajira. Al final, idear un país libre y democrático fue posible gracias a Transparencia Venezuela.

Desde Codhez, conversamos con cinco de estos veintiséis defensores, quienes nos relataron su experiencia durante el campamento y las inquietudes que despertaron en ellos, en especial las iniciativas que anhelan materializar desde una perspectiva inclusiva, igualitaria y de defensa de nuestros derechos.

 

Roraima Colina
18 años

 “Mi mamá quiso sembrarnos a mi hermano y a mí la semilla del conocimiento sobre derechos humanos y me pareció excelente asistir al campamento. Tuve un gran aprendizaje, del plan vacacional me llevo las herramientas para tener nuestra propia voz, para expresarnos con fundamento y defendernos a nosotros mismos.

Me gustaría ayudar a las niñas, para que sientan que ellas mismas tienen su voz y que en cualquier aspecto de derechos humanos pueden ser realmente escuchadas. Estoy considerando informarme mucho más sobre el tema y capacitarme para guiar a las niñas que están en su etapa de desarrollo, ayudarlas en esa sensible etapa de su desarrollo como mujer.

También me interesa la defensa del medio ambiente, concienciar a otros sobre este tema y cuidar lo que nos rodea”.

 

Gabriel González
11 años

 “Mi mamá me dijo sobre el campamento de derechos humanos y no sabía mucho, solo los derechos de los niños, pero me alegré porque aprendí muchas cosas. No pensé que fuese tan divertido y me gustó aprender con todas las organizaciones como Aula Abierta, Ciclovías Maracaibo, el Comité de Derechos Humanos de La Guajira, Azul Positivo y Ciudiver.

Para aplicar lo que aprendí voy a enseñarles a mis vecinos, amigos y a otros jóvenes. Lo tengo que hacer para ser un portavoz y enseñarle a toda persona que desconozca sobre derechos humanos. No tenemos derecho al transporte, no es posible que estemos caminando tanto porque tenemos derecho a tener un buen transporte, nos cortan la electricidad y tenemos derecho a ese servicio, nos dejan sin agua. ¿Cómo es esto posible si tenemos derecho a hacer todo libremente?”.

 

 

Virginia Palmar
17 años                                                          

 “Me parece sumamente importante aprender sobre derechos humanos, y más que eso, involucrarme en su defensa y promoción. Me resultó interesante conocer cuáles son nuestros derechos y cómo defenderlos. Pude aprender muchas cosas y conocer a otros jóvenes que comparten los mismos intereses, es bueno saber que no estamos solos.

Es bueno saber que existen organizaciones como Mulier, de la que me gustaría formar parte porque siempre he estado muy interesada en el feminismo y el movimiento en pro de las mujeres.

Todos estos conocimientos que adquirí en el plan vacacional siento que puedo compartirlos con otras personas, promoviendo lo que aprendí en materia de derechos humanos. Me motiva a tomar la iniciativa de involucrar a más personas, hacer charlas y talleres. Es muy bueno que seamos más, que cada podamos integrarnos más”.

 

Eduardo Gutiérrez
17 años

 “Desde hace un tiempo me he interesado mucho por los temas relacionados a los derechos humanos y mucho más en su incidencia en Venezuela, por lo tanto, al ver que Codhez estaba organizando un campamento de defensores del futuro, decidí inscribirme porque quería profundizar mis conocimientos en el área y aprender sobre los distintos mecanismos de denuncia y protección de los derechos humanos.

Pude aprender sobre diversos casos de violaciones de derechos humanos que desconocía y al mismo tiempo, sobre los distintos grupos minoritarios que se ven vulnerados alrededor del mundo”.

                                                                                                                                                    

Gabriela León
17 años

 “Estaba preparándome para ir a la universidad y tenía nociones básicas sobre los derechos humanos. Haber compartido con jóvenes y otras personas menores que yo, interesados por los derechos humanos me motivó a nutrirme más.

El aprendizaje que adquirí despertó en mí el deseo de incentivar a entes educativos a nutrir de mayor información a jóvenes como yo, sobre los riesgos de desconocer sus derechos y los de los demás, así como también trabajar para reducir la brecha conservadora de la ignorancia, entre muchos aspectos que atan a muchos de nosotros como sociedad.

Tal vez mi aspiración se vea plasmada en una asociación, una reforma o una academia que respalde esta iniciativa. Todavía no lo tengo estipulado pero de lo que estoy segura es que quiero que sea de una manera innovadora y participativa”.

 

Texto: Prensa Codhez
Fotos: Iván Ocando 

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