Entre apagones, desinformación y escasez transcurren los primeros 5 meses de 2019 en el Zulia

Los primeros cinco meses de 2019 se han caracterizado por la profundización de la crisis eléctrica en la región zuliana, sobre todo en los meses de marzo y abril cuando ocurrieron los apagones nacionales. Desde mediados de abril, en el Zulia se aplica de manera oficial un plan de administración de cargas que consiste en la provisión de electricidad por 12 horas. No obstante, la ejecución de este plan ha sido irregular porque las horas de suministro varían y son constantes las fluctuaciones de voltaje. 

Esta situación ha demostrado que la falta de electricidad en el Zulia no es una problemática coyuntural, sino estructural. Los habitantes de la región más poblada de Venezuela, y que cuenta con temperaturas que ascienden los 45 grados, no reciben ninguna orientación del Estado o programas de apoyo, salvo la donación de plantas eléctricas a algunas comunidades. 

Los episodios de apagones generales no culminan para los zulianos. En mayo, se reportaron interrupciones en el servicio eléctrico en la ciudad de Maracaibo sin que ninguna autoridad o Corpoelec informe sobre lo que está ocurriendo. Entre 1,7 y 4,3 millones de personas se quedan sin electricidad de manera intempestiva por varias horas. En perspectiva, si se considera la proyección poblacional del Instituto Nacional de Estadística, entre el 5% y el 13% de la población total de Venezuela resulta afectada de manera directa y simultánea. 

Desde la Comisión para los Derechos Humanos del Estado Zulia (Codhez) hemos reiterado el impacto negativo que esta situación tiene en los aspectos de la vida de los zulianos. 

– Desinformación 

La desinformación es una cotidianidad en la región, ante la falta de electricidad, la transmisión de las emisoras radiales y los canales de televisión fallan. Esto se ve especialmente agravado por la desaparición de los medios de comunicación impresos en el estado. 

Es preciso destacar que durante los apagones nacionales fue característica la falta de información oficial sobre lo que había sucedido, así como de cualquier recomendación por parte de funcionarios sobre qué debía hacerse, salvo hacer llamados reiterados a la calma. 

– Telecomunicaciones y pagos electrónicos

Las fallas del servicio eléctrico han afectado las telecomunicaciones, y por tanto, la posibilidad de informarse por internet y comunicarse, de esta situación se deriva que las transacciones electrónicas con tarjetas de débito o de crédito, o a través de transferencias por internet o pago a través de teléfono móvil se dificulten, impidiendo el acceso a bienes como alimentos y medicinas. 

– Escasez de gasolina 

Desde los apagones generales, la escasez de combustible ha sido cada vez más aguda. En la actualidad es común observar en todo el Zulia largas filas de vehículos a la espera de surtirse de gasolina. A principios de abril, tal espera, en promedio, era de tres horas. A principios de junio, los habitantes del estado esperan más de 24 horas para surtir de combustible. 

– Afectaciones a los comercios 

La falta de electricidad ha provocado además el cierre de más de 800 establecimientos comerciales en el Zulia, bien sea como consecuencia de los saqueos ocurridos durante los apagones generales, o por no contar con una planta eléctrica para resistir las constantes interrupciones.

 

 

– Sin posibilidad de acceso al agua potable

La crisis del servicio eléctrico ha intensificado el acceso al agua potable. En Maracaibo, antes de marzo, diversos sectores reportaban fallas en el abastecimiento de agua, asegurando que la recibían por tubería cada 4 u 8 días por 8 o 12 horas. A partir del primer apagón nacional, esos tiempos se han prolongado a 15, 20, 30 o 40 días sin servicio corriente, obligando a buscar y movilizar agua desde tomas ubicadas en algunas calles, plazas o cañadas, o comprar agua suministrada por camiones cisternas particulares.

– Educación disminuida 

La educación es también uno de los derechos más afectados por esta situación. Tras los apagones, el gobierno de Nicolás Maduro anunció ajustes al calendario y el horario en las escuelas, implicando la reducción considerable de las horas de clase y con ello, la calidad de la educación recibida en las aulas. 

Los alumnos de la instituciones educativas, sean privadas o públicas, tienen jornadas de clases de solo 4 horas, cuando antes eran 7 horas de clases y en algunos casos, solo asisten 4 días a la semana. A la reducción de la jornada escolar hay que agregar que varias instituciones están ubicadas en circuitos donde las interrupciones del servicio eléctrico por racionamiento son aplicadas en horario de clases.

– Servicios de salud 

De igual modo se ha visto afectada la prestación del servicio de salud. En particular, ha sido grave la situación de las personas con insuficiencia renal. La presidenta del Colegio de Enfermeras y Enfermeros del estado Zulia, Hania Salazar, denunció que para el 10 de mayo tenía reportes de al menos 15 muertes en centros asistenciales por dificultades derivadas de fallas en el servicio eléctrico para la atención de sus casos. Sin embargo, tal situación no se registra de manera oficial como causa de la defunción. 

En medio de esta situación, recordamos las obligaciones del Estado, tanto constitucionales como internacionales, relativas a garantizar el derecho a un nivel de vida adecuado, y en concreto, sobre la necesidad de asegurar un servicio eléctrico de calidad.

El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, de obligatorio cumplimiento para el Estado venezolano, prevé en el artículo 11 ‘el derecho de toda persona a un nivel de vida adecuado para sí y su familia, incluso alimentación, vestido y vivienda adecuados, y a una mejora continua de las condiciones de existencia’. Por ello, el Estado ‘debe tomar las medidas apropiadas para asegurar la efectividad de este derecho, reconociendo a este efecto la importancia esencial de la cooperación internacional fundada en el libre consentimiento’. 

En estas circunstancias, es urgente encontrar de inmediato una solución óptima y sustentable al problema eléctrico en la región, en provecho de una vida mejor para todos los zulianos.

 

Para descargar el boletín de mayo de la situación general de los derechos humanos en el Zulia, haz clic aquí. 

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