Jóvenes que transforman Maracaibo: ingenio, liderazgo y ética al servicio de su generación

En la ciudad de los apagones eléctricos y los relámpagos eternos, otras luces brillan incesantemente: las del movimiento de la juventud en favor de sus derechos y del ingenio tecnológico.

 

Texto: Mary Finol Martínez

Fotografías: Erick González


Ferias vibrantes y musicales en noviembre, un coloso lacustre experimentando una de sus peores épocas, innovaciones científicas, temperaturas alucinantes y avestruces extraviados… Maracaibo es la cuna de momentos que, de cualquier forma, dan de qué hablar, incluyendo los propiciados por jóvenes marabinos quienes siguen demostrando desde la robótica, el periodismo ciudadano y el feminismo que el ímpetu por crear, aportar y concientizar es imparable.

El team Pakupai, desde su visión de compañerismo y destreza en la robótica, Mediosur, con su servicio comunicacional a la orden de la ciudadanía, y Proyecto Mujeres, pisando fuerte por más y mejores espacios y dinámicas seguras para las mujeres, son tres organizaciones y agrupaciones locales que renuevan las esperanzas en la ciudad.

 

Todo empieza por la curiosidad

“Desde pequeño me ha llamado la atención el hecho de que con tan pocas cosas podamos crear otras nuevas, nuevos inventos”, expresa en común el entusiasta grupo de jóvenes de la Unidad Educativa Colegio “Salto Ángel” del team Pakupai, el equipo de robótica que desfila con pertenencia sus chaquetas tricolor a pesar de estar a 35 °C.

Chicas y chicos de entre los grados de tercero y quinto de bachillerato, que no se conocían entre sí, lograron una sinergia única que la institución ha venido propiciando desde 2021. Esta iniciativa alcanzó un primer pico de gloria cuando, representados por el team Tepuyes, ganó la primera edición de la Copa Ka’i 2022, la inédita competencia intercolegial y de robótica del país celebrada en el Liceo Los Robles de la capital zuliana.

El año 2023 trajo más gozos al colegio cuando se convirtieron en bicampeones de la misma copa en su segunda edición. Esa vez bajo el nombre de una nueva coalición: Pakupai, y con los rostros de Daniel Prieto, capitán del equipo para ese momento; Alfredo Ríos, Eduardo Puche, Rosa Wong, Angelina Ferrer, Emelyn Sulbaran, Sebastián Valero, David Ocando, Nicole Cruz, Susej Atacho, Mariana Sánchez, José Augusto Bermúdez, Luis Baptista, Jairo Cruz y Domingo Núñez.

Actualmente, el team Pakupai se sigue preparando para conquistar los encuentros regionales y nacionales de la World Robot Olympiad 2024.

Este esfuerzo tuvo más frutos poco después cuando el team fue integrado al Programa Nacional Semilleros Científicos, del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (Mincyt), que ofrece oportunidades educativas, de investigación y de cooperación a niñas, niños y jóvenes apasionados por estas disciplinas.

La ‘hermandad de curiosos’ pensó que ya había logrado mucho al ser reconocida y respaldada por una institución del Estado, sin considerar el siguiente nivel por desbloquear, que les tenía preparado desfilar por los pasillos del Aeropuerto Internacional de La Chinita con rumbo a Europa en marzo del siguiente año.

 

Periodismo de soluciones

En el corazón de la capital zuliana, otro equipo con ímpetu juvenil despliega su inventiva para llevar novedades y certezas útiles a los sectores de la ciudad que puedan necesitarlo. Con una hoja de papel con dos columnas de párrafos de datos, noticias y números de consulta pueden cambiarle, e incluso salvarle, la vida a alguien. Lleva por nombre El Pregonerito y es un semanario impreso con información a la que normalmente las personas no pueden acceder: reportajes de investigación tanto propios como de medios digitales aliados, información sobre derechos humanos, organizaciones civiles que prestan servicios en áreas como la de salud sexual y reproductiva, la de salud mental, la de violencia basada en género, entre otras.

Este 2024, el semanario cumple 4 años combatiendo la opacidad que causa la desinformación en una región-estado que despidió su último medio impreso tradicional el 14 de mayo de 2019, fecha en la que su principal exponente de la prensa escrita, Panorama, detuvo las rotativas.

Números de contacto de organizaciones que brindan asistencia en temas de salud mental, violencia de género, salud sexual, entre otros, son facilitados  a través de El Pregonerito.

“Cuando a las personas les quitan los medios de comunicación, no saben qué está sucediendo. No pueden tomar mejores decisiones, porque el acceso a la información y la libertad de expresión son derechos humanos que se necesitan ejercer todos los días”, explica Francisco Rincón con 90 ejemplares recién impresos en sus manos; él es periodista y coordinador general de Mediosur, organización periodística, educativa e independiente; sello matriz del semanario.

Los lugares de repartición varían según los temas abordados, de modo que sean de máximo provecho para quienes los reciban. Si el tópico es de salud sexual y reproductiva o maternidad, se trasladan a las adyacencias del Hospital Central de Maracaibo o del Hospital Materno Infantil Rafael Belloso Chachín. Si son recomendaciones o informes sobre la contaminación por los derrames de petróleo, la prioridad son las comunidades a orillas del lago.

 

La voz hallada

Un cartoncito turquesa resguardado en el protector de celular de Emily Reyes, coordinadora de proyectos de la fundación Proyecto Mujeres, es la gratificación y el recuerdo portátil de un propósito de lucha perenne. En marcador color negro reza un “Gracias” que no escribió ella, sino una participante de Chamas al Frente, uno de los cinco programas desarrollados por la fundación.

En medio del ecosistema nacional de desabastecimiento, protestas civiles y persecuciones de 2015, Proyecto Mujeres (PM) encontró su alumbramiento. Propiciaron tertulias feministas, además de la campaña No son piropos: una serie de murales hechos en varias partes de la ciudad para exponer el acoso callejero y sus repercusiones. No obstante, su discurso se diversificaría hacia la salud menstrual y la educación sexual reproductiva, abriendo las puertas a su programa focal en 2018: Niñas Visibles.

La pobreza menstrual es un problema global que afecta a mujeres y niñas que no tienen acceso a productos de higiene seguros ni a una orientación adecuada para su gestión.

“A raíz de encuestas que realizamos para establecer cuáles eran las problemáticas que se suscitaban en la ciudad, nos percatamos de un significativo ausentismo escolar de las adolescentes a causa de su menstruación”, rememora Reyes. Primero lo atribuyeron a la cruenta escasez de toallas sanitarias durante los años anteriores, pero pronto descubrieron que el problema iba más allá. Por ejemplo, un 60 % de las adolescentes no sabía qué era el ciclo menstrual y un 29 % no sabía anticipar cuándo le venía la menstruación, de acuerdo con un estudio realizado por PM en 2019.

El ausentismo estalló entonces como un síntoma del desconocimiento de métodos de gestión menstrual de las adolescentes, y una muestra de los desafíos que enfrentan las niñas y adolescentes zulianas en comunidades vulnerables en relación con la menstruación: “Buscamos tumbar estigmas patriarcales devenidos de la cultura venezolana y latinoamericana, aquellas que anulan todo lo que tiene que ver con las condiciones médicas inherentes al cuerpo de la mujer, y darle el enfoque de salud”, afirma la también psicóloga.

Ampliar y desestructurar perspectivas no es un trabajo sencillo. Exige una labor constante, contemplativa y paciente. Y mientras las chicas de Proyecto Mujeres ponen en entredicho creencias como “la menstruación se padece”, o “no queda de otra que soportar el dolor, aguantar” mediante sus actividades y encuestas, otros sectores de la ciudad son asistidos por El Pregonerito de Mediosur.

“Cuando pedíamos algún número de contacto a las personas de las comunidades para enviar información por mensaje de texto o WhatsApp, nos decían que no tenían. Entonces pensamos: ‘¿y cómo estas personas acceden a la información?”’, comenta Francisco Rincón.

La alternativa de un semanario tangible, lejos de figurar como alguna muestra nostálgica de costumbres pasadas, es una respuesta casi artesanal que se niega a aceptar la oscuridad en un país que cada día ve más mermadas las libertades informativas tan intrínsecas de sociedades plurales.

Sectores que enfrentan dificultades de acceso a la información desconocen realidades de alto impacto como la existencia de presos políticos, o casos de corrupción.

El Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS) capítulo Venezuela en su reporte anual sobre derechos digitales Algoritmos del silencio, documentó el bloqueo a 46 medios de comunicación nacionales e internacionales y otros portales web de organizaciones durante 2023 por las principales proveedoras de Internet del país.

Este clima de vulneraciones pone de manifiesto la pertinencia de instancias como Mediosur, que pese a las limitaciones propias de ir contracorriente, cumple mes a mes con los ejes de acción de la organización: facilitar el acceso a la información en comunidades donde es muy limitada o nula, y ofrecer capacitaciones a estudiantes de periodismo, profesionales afines y a personas en general sobre los derechos humanos, principalmente con enfoque en la libertad de expresión y el acceso a la información.

 

¡Chamas al Frente!

¿Dónde y de qué manera hablar de “cosas” que relacionas con problemas de tu género?, figura como una duda razonable cuando por generaciones se ha desacreditado y humillado la visión y el sentir de la mujer. Lo positivo es que una vez se cuenta con el “lugar”, es mucho más sencillo distinguir las voces.

Gracias a las visitas a colegios por el programa Niñas Visibles, la fundación Proyecto Mujeres identifica los rostros de relevo y sus problemáticas individuales y colectivas. Así, en 2021, junto con las organizaciones hermanas Mulier y Resonalia, celebró la primera cohorte de Chamas al Frente, programa de liderazgo y activismo feminista dirigido a adolescentes de entre 14 y 17 años de edad, en el que las inquietudes e ideas se manifiestan en un entorno seguro, lúdico y asesorado, recibiendo herramientas de la oratoria, la fotografía, el autocuidado, el dibujo y la escritura creativa.

Cada vez que Emily Reyes ve el cartoncito con el “Gracias” en la parte trasera de su celular, reafirma que, muchas veces, las transformaciones más significativas surgen simplemente de gozar de espacios donde las chicas sean escuchadas y comprendidas: “Tenemos varias (chamas) que a raíz de los programas han iniciado sus propias propuestas como talleres educativos en colegios y comunidades, también murales”.

Proyecto Mujeres se perfila como una de las organizaciones feministas pioneras en el tema de la salud menstrual en el Zulia.

Este tipo de convivencias posibilitan el reconocimiento de aquellas dificultades o conflictos que se creían únicos, compartiendo todas un mismo malestar. Exponiendo, además, que la adversidad no tendría sentido alguno sin una reacción consciente: de qué manera nos podemos hacer escuchar.

Justo este entendimiento es lo que ha permitido que el programa haya alcanzado una segunda cohorte en 2023.

 

Trabajo en equipo con calidad de exportación

Las chaquetas tricolor del team Pakupai adquirieron otro encanto cuando las llevaron puestas por las calles adoquinadas de Piacenza, Italia —ciudad abrazada por temperaturas de 2 °C o menos.

Alfredo Ríos, de 17 años, estudiante de 5to año de bachillerato y miembro del comité de programación de Pakupai, se sintió humilde participando en el FIRST Tech Challenge International Championship 2024, una de las competiciones juveniles de robótica más importantes: “Primero pensé que era un gran honor como ciudadano. Después me cuestioné por qué yo, cómo es que afrontaría eso. Y, finalmente, me dije que fuere como fuere, lo haríamos bien”.

Con poco más de un mes, se pusieron manos a la obra.

Pakupai se centra en robots con fines educativos, lo que les permite no sólo dar a conocer sus destrezas técnicas, sino a identificarlas y potenciarlas para proyectos profesionales a futuro.

La lluvia de ideas entre estudiantes y mentores confeccionó una quimera que tuvo que superar sus propias pruebas internas antes del magno evento del 9 y 10 de marzo: “falta giro, falta orientación”, eran asuntos serios que discutían Ríos y Domingo Núñez, del mismo comité.

Las exigencias mecánicas fueron proporcionales a la logística, pues los chicos se fueron a Europa llevando consigo una pista de casi 4 metros cuadrados y 30 kilos, en un traslado posibilitado por el Mincyt.

José Augusto Bermúdez, del comité de diseño, quien desde pequeño sintió inquietud por el funcionamiento de las cosas y siempre estuvo rodeado de baterías, cables y algún motor con hélice, remarca que el estudio y la experimentación de una ciencia en una dinámica de grupo va más allá del aporte de destrezas técnicas: la resolución de conflictos, la escucha asertiva y el compañerismo que han venido nutriendo fueron clave antes y durante la competencia que reunió a delegaciones de más de 20 países, entre ellas Italia, Rumania, Rusia y Zimbabwe.

La hazaña juvenil estuvo bajo el amparo de sus también emocionados mentores: Nolbelis Soto, médico familiar de profesión y apasionado de la robótica por convicción; José Granadillo, ingeniero y subdirector del colegio, y Leonardo Moreu, ingeniero y profesor de robótica de la institución.

Mentores: Dr. Nolbelis Soto y José Granadillo, ingeniero y subdirector del colegio Salto Ángel.

En medio de toda esa adrenalina dieron con Cuspón, un encantador armadillo de acero y aluminio que cuando no estaba siendo guiado a la victoria por los drivers del team, Sebastián Valero y David Ocando, animaba el ambiente con sus cornetas de motocicleta al ritmo del popular Gangnam Style en los recesos.

Sentir el peso de las medallas que los condecora con el segundo lugar en la puntuación general, el segundo lugar en el Design Award, y estar entre los cuatro mejores equipos del torneo —llegando invictos a la semifinal— es su más reciente mérito.

Y sin quedarse muy atrás, atesoran las amistades fortalecidas desde la tierra del sol amada, y aquellas oriundas de otras latitudes.

 

La lucha es juntos

Para Mediosur, la dinámica de “patear las calles” se hila perfectamente con el trabajo de otros defensores por una ciudadanía consciente e informada. Por eso, cada tanto algunos buses de Maracaibo se transforman en estudios de televisión itinerantes. Los pasajeros ven extrañados al trío de reporteros que se suben luego de acordar el consentimiento con el colector. Cada uno conoce muy bien su papel y con el vehículo en marcha, hacen la relatoría de las últimas noticias.

Hombres, mujeres con bebés, adultos y niños, unos expectantes y otros sumidos en sus asuntos, son el público fortuito del balance noticioso que Francisco cuenta con Marylee Blackman sosteniendo un marco de cartón semejante a la estructura de un televisor de antaño.

Ante un clima social complejo, Mediosur encuentra apoyo con otras organizaciones de visiones similares como El Bus TV, Redhez, Codhez, entre otros.

Mientras, ubicado de forma estratégica en los asientos centrales, Juan Marcos Vera apunta con precisión fotográfica su celular. El noticiero termina en tres minutos, o el tiempo que transcurra entre una parada y otra. Entonces, Marylee conquista la estabilidad por el estrecho pasillo entregando la edición N°82 de El Pregonerito y más de 50 encartados que guían sobre cómo descargar y usar un VPN —siglas de Virtual Private Network, o red privada virtual, la cual facilita una extensión segura con la cual las personas pueden acceder a los portales bloqueados en el país.

Blackman y Vera son los reporteros locales de El Bus TV, un medio de comunicación independiente fundado en Caracas en 2017 —aliado de Mediosur— que se sale de la burbuja digital para acercar el trabajo periodístico con sus famosos papelógrafos y la relatoría de noticias en autobuses y busetas. Esta tampoco es una labor sencilla, como cualquier acción detractora de la censura gubernamental, y aún bajo el impasible sol del centro de Maracaibo, los activistas sonríen al bajar y emprenden camino hacia la próxima ruta.

Para Francisco Rincón es una recompensa que las personas puedan tener información útil para su día a día.

Para Rincón, las adversidades estuvieron anunciadas desde un inicio en las labores de hacer y repartir el semanario: la inseguridad, el contexto restrictivo, la criminalización de la profesión y también la pérdida de confianza de la ciudadanía. Sin embargo, todo vale la pena cuando organizaciones aliadas como Rehabilitarte, Azul Positivo o Mulier Venezuela le comentan que una persona necesitada de algún tipo de asistencia llegó a ellos gracias a que vieron sus números de contacto en un ejemplar.

Entretanto la garantía de los derechos fundamentales de los ciudadanos siga siendo compleja, El Pregonerito continuará llegando a sectores como San Luis, La Panadería, en el municipio San Francisco, a parques como el Urdaneta en la avenida Padilla o al Casco Central de Maracaibo a informar a mujeres, adultos mayores, vendedores informales y jóvenes, pues frente a un contexto de arbitrariedades, el periodismo proactivo es un escudo de esperanza.

 

Robótica para todos

En el Zulia confluyen espacios tanto independientes como respaldados por instancias gubernamentales para impulsar la robótica en el país.

En lo que respecta a Maracaibo, está el caso de los teams y clubes de robótica dentro de unas 17 escuelas, aproximadamente.

Un ejemplo reciente de espacios óptimos es Ingenio y Futuro, un programa de formación en inteligencia artificial y robótica dirigido a jóvenes e iniciado en diciembre de 2023 por TecCreativos, impulsado por la Gobernación del Estado y avalado por la Universidad del Zulia.

“Intentar con cosas pequeñas como kits de cables, motores y ruedas es un excelente punto de partida para cualquiera interesado en la robótica”, asegura José Bermúdez del team Pakupai, y son los programas como Ingenio y Futuro los que lo facilitan mediante sus lecciones lúdicas sobre robótica, inteligencia artificial, programación, diseño 3D, y prácticos kits de soldadura, de emisión, impresoras 3D, software de inteligencia artificial, software de programación, kits de electrónica y kits de robótica.

Hazañas como las realizadas por el team Pakupai y algunos integrantes del Team Venezuela, perfilan al Zulia como una cuna de brillantes mentes de la robótica.

TecCreativos es uno de varios proveedores de piezas y componentes relacionados con el mundo de la tecnología y la robótica en la ciudad, además de ser uno de los propulsores de la Copa Ka’i junto al Team Venezuela, grupo conformado por jóvenes de distintas edades y colegios que ha representado al país en varias instancias.

A su vez, están los talleres de formación de robótica de la Fundación Infocentro, ubicada dentro del edificio CANTV Urdaneta en pleno centro de Maracaibo, detrás de la iglesia Santa Bárbara. Allí, además, cuentan con numerosos kits de robótica que están a disposición de todo aquel seguidor de la tecnología: “No todos tienen el dinero suficiente para construir un robot de 5.000 dólares”, subraya el doctor  Nolbelis Soto.

“No le tengan miedo a romper cosas, entre más ‘dañas’, más sabes por dónde ir”, asegura Alfredo, al tiempo que se prepara, como sus compañeros de Pakupai para disfrutar de las olimpiadas regionales y nacionales de la World Robot Olympiad 2024 y así clasificar para la final internacional en Turquía.

Quién sabe y, este 2 de diciembre varios pakupais celebren el Día de la Inteligencia Artificial y la Robótica, fecha regional decretada en 2022 tras las grandezas zulianas en el área, con nuevas medallas y amigos extranjeros.

 

Múltiples recompensas

A un año de cumplir una década como una organización referente en la lucha feminista en el país, Proyecto Mujeres ha ido mutando, aprendiendo, delegando y acompañándose de 10 voluntarios y una directiva principal conformada por Estefanía Reyes; directora,  Emily Reyes; coordinadora de proyectos y Verónica Barboza; coordinadora de medios.

A su vez, entienden que deben seguir actualizándose para brindar alternativas de acción no sólo del mensaje que defienden, sino también de sus otros programas Menstruación en Voz Alta y Picnic Feminista, parte del activismo en redes sociales que PM lleva de una manera propositiva, actual, cercana e interactiva de la mano de Barboza, abogada y politóloga.

Verónica Barboza, coordinadora de medios de Proyecto Mujeres.

Sobre la vitalidad de generar espacios para el desarrollo de las vocaciones, una muestra es Rosa Wong: impulsada por su amor a la mecánica y ensamblajes, terminó encontrando mucho más que conocimientos de circuitos y componentes eléctricos en el team Pakupai: halló una familia, y desarrolló habilidades que hoy le permiten expresarse correctamente en público para impartir capacitaciones en diversos colegios de la ciudad. Sin olvidar que, gracias al triunfo en la Copa Ka’i 2023, la invitaron a formar parte del Team Venezuela para representar al país en la First Global Challenge Singapur 2023, donde alzaron con la medalla de oro Albert Einstein Award for First Global Internacional Excellence.

Para la actual capitana de Pakupai, Rosa Wong, hacer robots también significó demostrarse a sí misma y a otros su capacidad de hacer cosas que ni se imaginaba.

En esa ocasión, se desenvolvió como safety captain (capitana de seguridad), lo que sería una preparación para su actual cargo en Pakupai: capitana, mientras cursa el primer trimestre de Ingeniería Eléctrica en la Universidad Rafael Urdaneta.

El aprendizaje múltiple de Wong va a tono con el parecer del doctor Nolbelis Soto: “Existen mentes brillantes individuales demostrando sus capacidades de resolución de problemas, quienes, sin pretenderlo, se convierten en ejemplos a seguir de la robótica nacional para las futuras generaciones”.

A nombre de Proyecto Mujeres, Emily Reyes invita a observar y cuestionar nuestro entorno y sus actores para generar cambios positivos en la ciudadanía: “Primero hay que identificar qué es lo que te resuena, te preocupa, hacia dónde quieres ir como sociedad, como persona, y en función de eso, descubrirás muchas organizaciones y espacios que brindan educación, acompañamiento. Estás sola hasta que alzas la voz”.

Reyes, al igual que sus compañeras activistas, remarcan la importancia de no tener miedo a intentarlo, afirman absolutamente seguras. Agregan que se toparán con otras personas que apoyarán las causas, personas que están en la misma posición o buscan lo mismo, porque tal vez si desde un inicio todas se hubieran arropado en la inacción, hoy día no albergaría una de sus remembranzas más simbólicas, la autora del cartoncito turquesa y sus palabras: “Gracias, porque yo no sabía que mi voz valía, no veía vida más allá de mi casa”.

Así como el Relámpago del Catatumbo, en cada destello se pueden apreciar más y más acciones por el ingenio tecnológico y el resguardo de derechos fundamentales en la ciudad.

En un país que para 2021 experimentó el abandono de más de cinco millones de venezolanos, con un 51 % de personas de entre los 15 y los 29 años de edad, según la Encuesta Nacional sobre Juventud (ENJUVE) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), y un estado Zulia donde se registra una migración interna de hasta 28,8 %, de acuerdo con el Informe anual febrero – diciembre 2023 publicado por el Centro de Investigaciones Populares y Observatorio Convivium, movimientos regionales como los del team Pakupai, Mediosur y Proyecto Mujeres reavivan la fe en la Maracaibo que históricamente se perfiló como la gran debutante nacional de avances indetenibles.


Este es el tercer reportaje que comprende la segunda temporada de Rostros de la Esperanza, un seriado de crónicas, promovido por Codhez y presentado en alianza con El Pitazo, para visibilizar historias que merecen ser contadas en el contexto de la emergencia humanitaria compleja en Venezuela.

Jóvenes que transforman Maracaibo: ingenio, liderazgo y ética al servicio de su generación

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