Entre apagones y agua turbia, los zulianos padecen la desidia en la prestación de los servicios básicos

“La crisis de los servicios públicos en el país se experimenta con mayor fuerza en el Zulia”, así lo reporta la Comisión para los Derechos Humanos del Estado Zulia (Codhez) en su Boletín noviembre de 2021, que reporta la situación general de los derechos humanos en la región, en relación a la prestación de los servicios de energía eléctrica, agua potable, gas doméstico, aseo urbano, y transporte y suministro de gasolina.

De acuerdo a lo documentado en el período comprendido entre enero y octubre de este año 2021, Codhez resalta la constante precariedad en el funcionamiento e infraestructura de los mencionados servicios públicos, ante la falta de respuestas eficaces y duraderas por parte de los órganos estatales competentes.

Esta desatención se evidencia a través de los apagones y racionamientos eléctricos, la carencia de agua por tuberías o su falta de potabilización, incremento del uso de leña para cocinar por escasez de gas doméstico, la proliferación de espacios sucios y acumulación de basura, los sacrificios personales y familiares por largos recorridos a pie por falta de transporte público o kilométricas colas para surtir gasolina, entre otras circunstancias.

 

Otra vez sin electricidad

Constantes fueron los apagones y racionamientos durante septiembre, que abarcaron a varias entidades del país. Para el 12 de septiembre el Zulia experimentó sucesivas y variadas fluctuaciones de energía, así como un apagón en horas de la noche. Estos incidentes eléctricos produjeron la caída de hasta el 76% de la conectividad de internet en el estado, de acuerdo a un reporte de Venezuela Sin Filtro.

Para cerrar el mes de septiembre, se produjo un nuevo apagón general en Maracaibo, después de por lo menos unas 7 fluctuaciones eléctricas. Ante ello, Codhez subraya que las razones alegadas por las autoridades suelen ser las mismas: sabotaje en las líneas de transmisión, sin aportar mayores datos ni investigaciones sobre ellos.

Mientras tanto, el municipio Guajira continua siendo una de las zonas más golpeadas por la crisis donde más de 100  comunidades,  que  abarcan  unas  50.000  personas, sufrieron hasta tres días  sin  servicio eléctrico sin ningún tipo de comunicación a finales del mes de marzo,  por  la  supuesta  caída  de  una  guaya  en  la  comunidad  de  Rancho  Grande. El sector salud fue especialmente perjudicado por este evento, al extremo que el personal sanitario utilizaba las linternas de los teléfonos para poder atender las emergencias.

 

Si hay agua, llega sucia

De acuerdo la organización de derechos humanos, una de las primeras protestas que se destacó a principios del año 2021 estuvo relacionada con las denuncias de personas con insuficiencia renal, que permanecieron una semana sin recibir tratamiento por falta de agua potable en las unidades de diálisis.

“Ocurre, también, que los camiones cisternas no llegan a tiempo a las unidades de diálisis por falta de combustible. Se denuncia que son tres unidades las que presentan de forma aguda esta problemática: el Centro de Diálisis de Occidente, la Unidad Integral de Diálisis de Maracaibo y Metro Zulia. Normalmente, el tratamiento para las personas con insuficiencia renal debe aplicarse tres veces por semana en un lapso de tres horas cada uno. Sin embargo, suele reducirse a una hora y media debido a las fallas de suministro de agua potable”, denunció Codhez.

Asimismo, se alerta que casi toda Maracaibo sufre la escasez de agua. Incluso, en algunas ocasiones la carencia puede extenderse de un mes hasta seis meses de acuerdo a los sectores de la capital. Los habitantes se ven obligados a buscar agua implementando estrategias extremas, como hacer recorridos caminando kilómetros varias veces a la semana.

No obstante, el problema del agua no es solo de escasez, sino que en los últimos meses en los pocos sectores donde eventualmente llega, es de color marrón y con olor desagradable. Durante mayo, en el municipio Mara estuvieron recibiendo agua en esas condiciones, afectando a más de 200.000 personas, ante lo cual no recibieron ninguna información acerca de la causa del problema.

En Maracaibo el escenario era similar: en junio sus habitantes recibieron el agua mezclada con sedimentos. La poca explicación oficial a esto fueron “supuestos deslaves en las cabeceras de los ríos que surten a los embalses”.

En paralelo, este año la Guajira ha padecido con más ahínco este contexto. Los líderes de las comunidades indígenas han denominado a este período como la “sed milenaria”, lo que obliga a muchas familias a hacer extensos recorridos a pie en búsqueda del agua. Testimonios como “‘Nosotros pagamos más de 15 mil pesos por un anillo de agua’; ‘vamos en burros para poder ir al jawei. Le montamos el calambuco y nosotros vamos caminando, es inhumano’”, son comunes en esta parte de la región zuliana.

 

Cocinar con leña

Similar a la situación de la energía eléctrica y el agua potable, Codhez asegura que las autoridades gubernamentales de forma esporádica y desordenada anuncian supuestos trabajos de mejoramiento del servicio de gas en Maracaibo.

En este contexto, según datos manejados por el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos, Maracaibo fue el municipio que mayor porcentaje de falta de gas doméstico reportó entre sus comunidades para inicios de 2021, estimándose que un 26,6% de las personas encuestadas indicaron cocinar con leña, una práctica peligrosa, pues el humo que emana de la quema de leña potencia enfermedades respiratorias.

En este aspecto, se estima que en el municipio Miranda más del 70% de los hogares cuenta con fogones para cocinar. Los vecinos de la zona han reportado el fallecimiento de varias personas producto de enfermedades respiratorias que se agravan debido a la inhalación del humo por la incineración de leña usada para cocinar.

 

Aseo urbano

En el Zulia existe una mala gestión de los desechos y fallas en el sistema de recolección, sin ninguna conciencia de reciclaje, advierte Codhez. Desde hace años no se visualizan en las zonas populares camiones recolectores de desechos sólidos. Por el contrario, esto se ha convertido en una verdadera carga que recae en los zulianos.

“El oeste de Maracaibo es una zona caracterizada por la desidia estatal en todos los sentidos, pero especialmente en cuanto a aseo urbano se refiere, olvidada por las autoridades”, indica el reporte. “Muchos espacios son utilizados como botaderos de basura a cielo abierto. Se estima que solamente en Maracaibo hay aproximadamente 90 botaderos de basura improvisados”.

 

Transporte público y suministro de combustible

Durante el transcurso de este año persistieron las colas para el surtido de gasolina, situación presente en todas las parroquias de la ciudad de Maracaibo. Esta realidad también se extiende al resto de los municipios de la entidad, afectando las actividades esenciales, tanto de los hogares como de la producción y comercialización de alimentos perecederos.

Entre la gravedad de estas circunstancias por la escasez de gasolina, las personas deben improvisar medios de transporte incluso en situaciones de vida o muerte. Entre estos casos, el 3 de junio se reportó el fallecimiento de una persona en la subregión de Perijá por no encontrar ambulancia ni gasolina para su traslado oportuno hasta Maracaibo.

En este sentido, las personas con insuficiencia renal también se ven seriamente perjudicadas por los inconvenientes de la gasolina y retardo en su despacho, especialmente aquellos que viven alejados de los centros de diálisis como los habitantes de la subregión de Perijá, quienes se han visto forzados a comprar la gasolina en el mercado negro para trasladarse.

En Maracaibo, algunas de estas personas se ven obligadas a llegar caminado a las unidades de diálisis, y una vez terminado el tratamiento, deben devolverse también a pie. “Se trata de extensas caminatas de hasta más de 10 kilómetros en casi 5 horas, ida y vuelta, bajo una temperatura superior a 39 grados centígrados”, apunta Codhez.

“La crisis del transporte público es tan extrema, que en Maracaibo han proliferado las bicitaxis o ciclotaxis, que no son más que bicicletas transformadas para trasladar pasajeros a pedal o tracción humana, colocándose una tercera rueda, butacas y un techo de tela”, puntualiza.

 

Garantía urgente de servicios públicos

Para Codhez, los servicios públicos en el Zulia representan un problema de magnitud estructural y general. Las dificultades en el acceso a los servicios públicos implican un menoscabo a la calidad de vida de las personas, además de constituir un freno a la progresividad de los derechos y representando una constante vulneración de derechos humanos que se configuran en problemas de salud e inestabilidad personal y social.

Por último, Codhez insta a las autoridades gubernamentales a destinar sus recursos e inversiones para el rescate del aparataje necesario para el correcto funcionamiento de los servicios públicos, sin excusa ni señalamiento de responsabilidades a terceros, puesto que están llamados a cumplir sus obligaciones constitucionales e internacionales para viabilizar decisiones que se correspondan al bienestar general, así como emprender investigaciones e imponer las sanciones a los culpables de actos de corrupción y desmantelamiento de los servicios públicos.

 

 

Consulta y descarga el Boletín noviembre 2021

 

 

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