Zulianos se ajustan a modos de supervivencia más precarios al ritmo del deterioro de los servicios públicos

La Comisión para los Derechos Humanos del estado Zulia, en su Boletín de noviembre 2020 sobre la situación general de los derechos humanos en la región, evidenció la precarización de los servicios públicos en la región, tales como la energía eléctrica, el agua potable, el transporte y suministro de gasolina, y el gas doméstico, entre los meses de julio y noviembre.

Codhez destaca que las constantes fallas de los servicios básicos “generan malestar y agotamiento en los zulianos obligándolos a adoptar formas de vida que atentan contra su propia salud y bienestar individual”, desde padecer la inclemencia diaria por la falta de energía eléctrica por extensos períodos, resistir la falta de agua potable o consumir agua no apta para la salud, tener que comer pocas veces al día por falta de gas doméstico, hasta ver limitado su derecho a la movilización.

 

Entre dos y seis horas diarias sin electricidad

La crisis eléctrica que padece el país es una rutina con marcada incidencia en el diario acontecer de los habitantes del estado Zulia, cuya afectación aumenta con la vigencia de la cuarentena social y colectiva.

El discontinuo e inestable funcionamiento de este servicio ha perjudicado en gran medida la cotidianidad de las personas, pues las familias deben ajustar sus quehaceres a los ya normales –pero intempestivos– cortes eléctricos que, en el mejor de los casos, se extienden entre dos y seis horas diarias, adicionados a las incontables fluctuaciones de energía que producen graves pérdidas de electrodomésticos y demás aparatos eléctricos, cuyos precios los hacen insustituibles hoy en día para el venezolano. Según datos de la Encovi 2019-2020, esta afectación la padece cerca del 79,2% de los hogares zulianos.

 

Zulianos buscan agua por cualquier medio

En plena pandemia de la Covid-19, ante una enfermedad que requiere constante limpieza y desinfección, las familias del Zulia se encuentran a la intemperie pues no cuentan con agua potable de forma regular y continua.

El inconveniente del agua no solo está asociado a su escasez sino, también, a su falta de potabilización. Según datos del Observatorio Venezolano de Servicios Públicos, 58% de los encuestados en Maracaibo afirman que antes de ingerir el agua primero la hierven como método de purificación, y 75,3% valora de forma negativa este servicio.

Todo esto genera que las familias zulianas se vean en la necesidad de buscar agua por cualquier medio, lo que ha derivado en que, por ejemplo, varias comunidades procedan a la construcción de pozos artesanales.

Por otro lado, el presidente de la Comisión de Ambiente del Centro de Ingenieros del Estado Zulia afirma que 45% de las comunidades de Maracaibo recibe agua por medio de camiones cisterna. Sin embargo, algunos de estos camiones se abastecen de pozos artesanales sin ningún tipo de control sanitario.

 

Transporte y suministro de combustible

Si bien es cierto que la deficiencia en el transporte y suministro de gasolina ha sido un problema que agobia al zuliano desde hace meses, en las últimas semanas este problema se ha convertido en una verdadera odisea para los habitantes de esta región, que ven cada día más disminuida su calidad de vida e imposibilitados en el desarrollo de sus actividades cotidianas, incluso ven limitado su derecho al libre desenvolvimiento de la personalidad.

Esta situación produce que muchas personas se vean en la necesidad de dejar de ejercer ciertos derechos, como el libre tránsito o el hecho de asistir a sus lugares de trabajo, o la adquisición de productos básicos como los alimentos, todo lo cual ha causado que desde el inicio de la cuarentena se hayan generado más de 29 protestas en reclamo por una solución real al tema del combustible. Entre estas protestas destacan las de las personas con enfermedades crónicas, uno de los grupos más perjudicados por este contexto.

 

70% de los zulianos no reciben el servicio de gas

En los últimos meses, el servicio de gas doméstico ha experimentado un importante decaimiento en su prestación. Se estima que 80% de los habitantes del Zulia no cuentan con bombonas de gas para cocinar. Asimismo, ocho de cada diez zulianos carece de un sitio cercano para obtener las bombonas. Además, 70% no reciben nunca o casi nunca el servicio de gas.

Muchos sectores de la región se encuentran desde hace tiempo sin este servicio básico para la preparación de alimentos, a lo que se suma lo costoso y la casi imposible adquisición de una bombona de gas. Algunos hogares optan por otras opciones como son las cocinas a gasoil, cuyo valor en el mercado está entre USD 30 y 40. Otros usan leña, que se ha convertido en una tendencia generalizada, pero peligrosa, en varios municipios.

 

Consideraciones finales

En su Boletín de noviembre 2020, Codhez destaca que “la mala gestión gubernamental en la prestación de servicios públicos como energía eléctrica, agua potable, transporte, y suministro de gasolina y gas doméstico, refleja un problema de magnitud estructural y general en toda la región, que contribuye de forma negativa en la estabilidad emocional y social de sus habitantes”.

Ante ello, la organización de derechos humanos subraya que el Estado venezolano es el responsable del cumplimiento de los estándares básicos y necesarios para la correcta prestación de los servicios, debiendo velar, controlar y vigilar las inversiones realizadas en este sentido, y en caso de desmantelamiento de los servicios públicos por actos de corrupción o mal manejo de los fondos públicos, debe emprender las acordes investigaciones y sanciones. Lo contrario a ello implica una absoluta inobservancia a su principal obligación de proteger los derechos de las personas y su bienestar general.

Consulta el Boletín de Noviembre 2020 sobre la Situación General de los Derechos Humanos en el Zulia 

 

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